Son momentos llenos de ternura, delicadeza y sobre todo de la paz que ellos transmiten. Son momentos que pasan deprisa sin apenas darnos cuenta y sé lo importante que es guardar un gran recuerdo de estos momentos en los que comenzáis una nueva aventura en familia con la valentía y tesón que conlleva ser padres.

Estas sesiones son especiales debido a la fragilidad de los recién nacidos, el momento tan delicado porque el que pasa la familia y la profesionalidad y delicadeza con la se debe realizar la sesión, pero sobre todo porque estas sesiones tomarán valor con el tiempo ya que nos ayudar a recordar cómo era nuestro bebe en sus primeros días de vida, el vello que recorre su espalda, sus pellejitos en los pliegues de sus pies y manos, ese puchero
por la añoranza del olor de su madre…

Las sesiones de recién de nacido se realizan entre los 7- 15 primeros días de vida del bebé, no es conveniente pasar de estos días ya que el bebé se va acostumbrando a los estímulos de todo aquello que le rodea y puede despertarse con más facilidad al cambiarlo de pose, también corremos el riesgo de que aparezcan los primeros cólicos o gases y el acné del lactante.

Por ello siempre os recomiendo reservar con vuestra fecha posible de parto y así aseguramos que no os quedéis sin hueco.